El mundo del marketing ha sufrido una pequeña gran revolución estos últimos 3-4 años, obligado por la entrada en circulación de estos maravillosos dispositivos, amados y odiados a partes iguales, que nos acompañan incluso hasta en los momentos más íntimos (hasta en el W.C. por ejemplo):  los móviles (lo sé, pero me niego a llamarlos smartphones, que todavía me parece un poco snob).

Un poco de historia

Recordemos que los primeros móviles inteligentes llegaron en el año 2007-2008. Y evolucionaron tan rápidamente que, allá por 2011-2012, se inició la segunda gran burbuja tecnológica relacionada con la comunicación: la burbuja de las empresas de Apps. Si es que no aprendemos. No fue suficiente con los batacazos empresariales y financieros del inicio de siglo con las “interneteras” (cuyo gran ejemplo es Terra), sino que había que reeditar los grandes éxitos.

Durante estos últimos años, las empresas dedicadas exclusivamente a crear apps han ido cayendo poco a poco. El mundo de las aplicaciones móviles es muy complicado: hay que tener en cuenta que un proyecto de app no suele ser inferior a 4.000–6.000 euros (y estamos hablando de algo muy básico), ya que normalmente la programación debe realizarse en las dos principales plataformas: Android e iOS. Todo esto obliga a los clientes a asegurarse de que el valor proporcionado por la misma es claro y medible.

¿Por qué os cuento todo esto? Os cuento todo esto para poneros en contexto de la evolución del Mobile Marketing. Ojo, que el Mobile Marketing no deja de ser marketing, por muy mobile que se quiera poner. Y el objetivo es hacer llegar al público objetivo la información deseada por quien se gasta las perrillas.

La evolución

Pues bien, el Mobile Marketing ha ido evolucionando. Lo primero que se le ocurrió a todo el mundo fue: VAMOS A HACER UNA APP. Y “olé miarma”. Así que se liaron la manta a la cabeza, recopilaron TODA la información que tenían en la web, y la metieron como pudieron dentro de una app que iba a correr sobre un Samsung Galaxy  o un iPhone 2 (en el mejor de los casos).

Sin embargo, el móvil es un universo en sí mismo: sus características de utilización deben ser tenidas muy en cuenta a la hora de diseñar una estrategia de Mobile Marketing. La tecnología de la que se dispone (localización por GPS / triangulación, antenas smart bluetooth y NFC, conectividad 3G) marca el comportamiento del usuario. Y es fundamental conocer como éste interactúa con el dispositivo para lograr una experiencia de usuario óptima.

Aquí os dejo dos ejemplos maravillosos de empresas maravillosas que se gastaron una cantidad maravillosa de dinero. Aunque, eso sí, el resultado fue fantástico:

  1. HEINEKEN: la supermarca cervecera creó una aplicación para la UEFA Champions League de 2011 en la que permitía interactuar en tiempo real con el partido. Se montaba una especie de liguilla en la que, en función de tus aciertos o desaciertos predictivos (el resultado de un córner, de un penalti, etc..) ibas sumando puntos.

https://www.youtube.com/watch?v=hTfkUTitqlU

  1. PIZZA HUT: una campaña magnífica por parte de la alimentaria en la que puedes configurarte tu propia pizza. Observemos una cosa muy importante: la aplicación móvil no solamente ofrece información, sino que permite realizar el pedido. He ahí el gran valor añadido.

https://www.youtube.com/watch?v=1WiZUBjHFTs&feature=youtu.be

 

¿Qué tipo de Mobile Marketing debo realizar? ¿Me conviene una app? ¿Cómo utilizan el móvil mis potenciales clientes? ¿Qué información debo publicar en móvil? ¿Cómo optimizar la inversión? ¿Cómo medir el retorno?

Estas son algunas de las preguntas que trataré de contestar en próximos posts. ¡Saludos a todos!

 

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